A continuación se encontraran con el texto escrito por Ángeles Puertas titulado “El perejil de todas las salsas. La evaluación de las actividades TIC” utilizado en el VI Encuentro Aulablog 2011 de Madrid en el espacio Unconference. Es un texto que le sirve al maestro para reflexionar sobre cómo y qué calificar en un trabajo donde se implementan las tic.
--->El profesor Gil es un entusiasta y convencido profesor 2.0. Sus alumnos escriben en un blog de aula y trabajan de forma colaborativa en una wiki. Buscan información en Internet y resuelven cazas de tesoros y webquests. No rellenan fichas de papel: responden a las preguntas que les formula un material didáctico creado con JClic, Edilim, eXeLearning, HotPotatoes, Cuadernia o Atenex-Constructor. Graban podcasts y vídeos, realizan presentaciones y pecha kucha. Y, además, comparten y difunden todos sus trabajos en la red. Con licencia CC, por supuesto. El profesor Gil gestiona también un aula virtual, una plataforma Moodle, en la que sus alumnos pueden leer los contenidos y subir las actividades.
Por otra parte, el profesor Gil es muy activo en las redes sociales: comparte ideas, enlaces y difunde sus trabajos en Twitter y Facebook, participa en comunidades virtuales educativas como Internet en el Aula y se apunta, y apunta a sus alumnos, a todo evento y concurso TIC que se convoca. Incluso, en numerosas ocasiones, él y sus alumnos han ganado alguno de estos premios y su trabajo ha sido reconocido como buena práctica 2.0.
Tanto el profesor como sus alumnos están encantados con esta metodología basada en las TIC. Y, lo que es más increíble, también los padres ya que ven cómo sus hijos disfrutan en clase y pueden ver sus trabajos en Internet.
Pero llega diciembre y con él la primera evaluación. La evaluación: el perejil de todas las salsas. La evaluación entrometiéndose en todo y queriendo figurar en todas partes. El profesor Gil se topa con la cruda realidad: tiene que calificar el trabajo de sus alumnos, el grado de adquisición de los contenidos, su grado de desempeño. Y, finalmente, el profesor Gil deja de innovar y recurre a la evaluación tradicional: examen en papel que los alumnos tienen que contestar para demostrar lo que han aprendido a lo largo del trimestre. Los exámenes del profesor Gil contienen preguntas cerradas y abiertas, preguntas de verdadero/falso, preguntas de relación o correspondencia, preguntas de elección múltiple, preguntas de completar, preguntas de identificación, preguntas de jerarquización, preguntas de respuesta breve… Preguntas, preguntas, preguntas.
En ese momento, los alumnos (y los padres de sus alumnos) se rebelan; especialmente, y curiosamente, aquellos que suelen obtener los mejores resultados académicos. No quieren “perder” el tiempo con podcasts, vídeos, entradas y comentarios en el blog de aula, trabajo en colaboración en la wiki de clase, presentaciones, concursos y convocatorias diversas… Lo que quieren es prepararse para sacar buenas notas y, visto el tipo de examen que tienen que superar, piensan que para obtener buenos resultados en un examen “tradicional” hay que estudiar del modo “tradicional”.
Y el profesor Gil, con su blog, su wiki, sus podcasts, sus vídeos, sus buenas prácticas 2.0 y sus premios se siente incomprendido.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:
- ¿Las actividades y tareas de evaluación pueden ser diferentes de las actividades y tareas de enseñanza y aprendizaje?
- ¿El método que se utiliza para evaluar condiciona la forma de aprender de los estudiantes?
- ¿Qué evaluamos en una actividad TIC: los contenidos del área atendiendo a los correspondientes criterios de evaluación del currículo o también la competencia digital?
- ¿Cómo evaluamos una actividad TIC? ¿Utilizamos rúbricas y portafolios?
Retomado de: http://camarotic.es/?p=1686
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